Peregrinos yucatecos lograron un viaje que parecía casi imposible: llegar desde Kanasín, Yucatán, hasta Badiraguato, Sinaloa, para conocer a San Judas Tadeo; así fue su odisea
Por: Juan Méndez
Motivados por su voluntad y religión, peregrinos provenientes de Kanasín, Yucatán, viajaron hasta Badiraguato, Sinaloa, usando únicamente dos mototaxis, los cuales sirvieron para transportar a 11 personas. ¿Su misión? Conocer al San Judas Tadeo más grande del mundo en el Parque Mirador Badiraguato.
En esta épica odisea, casi sacada de un libro de aventuras, los peregrinos adaptaron sus vehículos para hacer el viaje, que según Google Maps es de 34 horas en automóvil con 2,677.4 km, equipándose con provisiones y las comodidades posibles para un trayecto de esta magnitud.
Muchos les advirtieron que este viaje sería imposible, pero el grupo no desistió, confiando en su determinación. "Mucha gente nos dijo que no íbamos a poder, porque venimos en dos mototaxis, pero teníamos la ilusión de conocer a San Judas Tadeo. Y si lo logramos", declaró un peregrino a la página "Impulsora de Turismo Badiraguato".
Un viaje de fe y cooperación
Los peregrinos también resaltaron que fueron sumamente motivados y apoyados por el pueblo sinaloense, quienes no dejaron que el grupo perdiera la esperanza. "Lo logramos gracias a esta gente hermosa. Al entrar a Sinaloa, todos nos han echado porras y nos han dicho bienvenidos. De verdad muchas gracias".
Una vez más, Sinaloa demuestra que destaca por la calidez de su gente, quienes reciben a los viajeros con los brazos abiertos, invitándolos a conocer a fondo todo el estado. "Se siente padrísimo cuando llegas a un lugar y te reciben como peregrino. De verdad, que padre".
El motivo del viaje fue la abuela del grupo, quien sufrió un preinfarto. A pesar de ello, la señora se recuperó, por lo que la familia sintió que debían darle las gracias a su fe como correspondía, visitando el San Judas Tadeo más grande del mundo para rezar y mostrar sus respetos.
"Mi manda es por mi madrecita, que tuvo un preinfarto, y gracias a Dios, y a San Judas Tadeo, y a nuestra morenita hermosa, se pudo recuperar, todo bien. Por eso decidimos venir hasta Badiraguato, Sinaloa", narró el peregrino.
Una vez en el Parque Mirador Badiraguato, la familia presentó sus respetos mediante canciones, rezos, encendidas de veladores, y otros rituales religiosos. Esta historia nos recuerda como no hay nada imposible cuando hay determinación, fe y el apoyo de la familia.
Además, recuerda que Sinaloa es un tesoro de México, con grandes puntos de encuentro que atraen a miles de personas cada año, no solo por su belleza, sino también por la calidad de la gente que habita uno de los estados que más turistas recibe cada año.
Aquí te dejamos el metraje completo de "Impulsora de Turismo Badiraguato", quienes realizaron la entrevista original: