Con sus propios recursos, pobladores y paisanos rentaron helicópteros para llevar víveres a las familias damnificadas por las lluvias en Tianguistengo, Hidalgo
Por: Raúl Durán
En momentos de crisis y emergencias, es cuando sale más a relucir la solidaridad de las y los mexicanos. En esta ocasión, con el fin de ayudar a las familias damnificadas por las lluvias en las comunidades de Tianguistengo, Hidalgo, sus seres queridos y familiares rentaron un helicóptero con sus propios recursos para llevarles comida y víveres.
Después de las intensas lluvias que afectaron a comunidades como Tlacolula y Joquela, un grupo de familias decidió unirse y rentar un helicóptero privado con sus propios recursos para llevar víveres y alimentos a comunidades que quedaron incomunicadas tras el desbordamiento de un río.
Ayuda en Tianguistengo: un ejemplo de solidaridad
La historia, difundida en redes sociales, muestra el momento en que la aeronave aterriza entre el lodo y charcos, para comenzar con la repartición de la ayuda en Tlacolula.
A su vez, otro helicóptero financiado por paisanos originarios de Hidalgo que se encuentran Estados Unidos, llegó a la comunidad de Joquela, otra de las más afectadas, donde se formó una cadena humana para repartir de mano en mano la ayuda, haciéndola llegar a quienes más lo necesitan.
Sin duda, esta acción se ha convertido en un símbolo de la solidaridad mexicana: esa fuerza que surge cuando la tragedia toca a uno de los nuestros.
De acuerdo con la información, los recursos para la renta de los helicópteros provinieron de familiares y paisanos, quienes preocupados por sus seres queridos y al ver que los caminos seguían bloqueados, decidieron actuar por su cuenta.
"Más personas así", escribieron decenas de usuarios al aplaudir la iniciativa. Otros, sin embargo, señalaron que estas tareas de auxilio deberían ser prioridad de las autoridades, quienes cuentan con recursos y aeronaves oficiales para responder ante emergencias.
GN y Fuerza Aérea reparten ayuda
Sin embargo, hay que destacar que también se reportó la intervención de la Guardia Nacional y la Fuerza Aérea Mexicana, que enviaron helicópteros con despensas y alimentos a las zonas más afectadas.
En Huehuetla, por ejemplo, un helicóptero de la Guardia Nacional trasladó más de 500 paquetes de comida, mientras que en el aeropuerto de Pachuca se organizaron dispensas y una cocina comunitaria que serán trasladados para ayudar a los damnificados.
Las lluvias derivadas del huracán Priscila dejaron a su paso ríos desbordados, caminos destruidos y cultivos perdidos en la región de Tianguistengo. Pero también mostraron lo mejor del espíritu mexicano: la capacidad de unirse, sin esperar nada a cambio, cuando la ayuda es más necesaria.