Capula, reconocido por su tradición alfarera y por ser la cuna de la Catrina, se ha consolidado como un referente cultural de Michoacán
Por: Karina Valdez
A tan solo unos minutos de Morelia se encuentra Capula, un pueblo con encanto que ha conquistado a visitantes nacionales y extranjeros gracias a su tradición alfarera y a ser la cuna de la famosa Catrina de barro. Sus calles, talleres y ferias lo convierten en un destino cultural imprescindible de Michoacán.
Con la cercanía del Día de Muertos, la atención vuelve a este sitio que combina historia, arte y gastronomía en un ambiente festivo. Llegar es más sencillo de lo que muchos piensan, ya sea en auto, transporte público o servicio particular, por lo que cada vez más viajeros se animan a descubrir su magia.
¿Cómo llegar a Capula desde Morelia?
Capula se localiza a unos 20 minutos de la capital michoacana. En automóvil, basta con tomar la carretera hacia Quiroga y seguir las señales que conducen directamente al pueblo. El camino es corto y accesible, ideal para una visita de ida y vuelta en el mismo día.
Quienes prefieren el transporte público pueden abordar colectivos que salen desde Morelia con dirección a Quiroga; estos realizan paradas cercanas a la entrada del pueblo y representan una opción económica y práctica. Otra alternativa son los taxis o servicios por aplicación, recomendables para quienes buscan comodidad y rapidez.
¿Qué ofrece Capula a los visitantes?
Este destino es reconocido por su producción artesanal en barro, especialmente por las Catrinas, figuras que reflejan la identidad cultural de México y que se han convertido en símbolo internacional. En cada rincón de Capula se pueden encontrar talleres donde los artesanos muestran su talento y ofrecen piezas únicas.
Además, la gastronomía local es otro de sus atractivos. Los visitantes pueden disfrutar de antojitos tradicionales michoacanos y bebidas típicas que complementan la experiencia. Durante la Feria de la Catrina, celebrada en octubre y noviembre, el pueblo se llena de color, música y expresiones culturales que atraen a miles de turistas cada año.