Con ocho años de experiencia que respaldan cada corte y cada sonrisa, Darianna Yeraldi Sánchez Zamora ha convertido la barbería en una herramienta de transformación personal. Su dedicación y disciplina muestran que los sueños crecen cuando se alimentan de esfuerzo, constancia y amor propio
Por: Juan Madrigal
Culiacán, Sinaloa. - En un oficio históricamente asociado a los hombres, una joven de mirada firme, manos precisas y gran corazón decidió abrirse camino hasta convertirse en inspiración para muchas mujeres que buscan emprender con pasión.
Ella es Darianna Yeraldi Sánchez Zamora, una talentosa Lady Barber que encontró su vocación casi por accidente, pero que hoy construye un futuro prometedor con esfuerzo, dedicación y amor por su profesión.
Los primeros pasos: del miedo a la pasión
Hace ocho años Darianna tenía apenas 17 años cuando inició a trabajar como auxiliar en una estética. Aquellos días, recuerda, no fueron sencillos.
“No fue nada fácil al principio porque tenía que adaptarme a algo que no conocía. No tenía noción del negocio”, confesó. Sin embargo, el tiempo y su carácter disciplinado hicieron lo suyo: lo que empezó como una tarea desconocida pronto encendió una luz.
Tres semanas bastaron para que la barbería dejara de ser un oficio ajeno y se transformara en una pasión.
“Empecé a conocer más del mundo de la barbería y ahí fue que supe que un día quería tener la mía; claro, tenía que prepararme y aprender más.”
Ser Lady Barber: romper mitos y abrir caminos
A los 18 años descubrió que existía un concepto que la describía perfectamente: Lady Barber. Lejos de intimidarla, entrar a un ámbito dominado tradicionalmente por hombres le resultó natural.
“Para mí siempre fue normal ver mujeres trabajando, porque empecé con una muchacha que tenía su salón y atendía también a hombres”, comentó.
Con el tiempo, entendió que esta rama no solo implicaba cortar cabello: era arte, técnica, precisión y un sello personal. Un espacio donde las mujeres han comenzado a destacar por su estilo, su visión fresca y su sensibilidad. Ella es parte de esa nueva generación que transforma la barbería en un espacio más diverso e inclusivo.
Dos generaciones, dos escuelas. Durante su aprendizaje, Darianna tuvo el privilegio de conocer la barbería desde dos perspectivas: la de antes y la de ahora.
“Lo clásico eran cortes sencillos, limpios. Hoy importa mucho la imagen: un buen corte, un delineado de barba, nuevos looks y tendencias.”
Esa mezcla de tradición y modernidad terminó por definir su estilo: limpio, detallado y siempre en evolución.
Cuando la vocación habla. La certeza llegó cuando dejó el salón de belleza para dedicarse exclusivamente a una barbería. Ahí, cara a cara con el cliente, comprendió que ese era su lugar.
“El trato al cliente me enseñó mucho. Cuando un cliente nuevo regresaba y volvía a confiar en mí, entendí que estaba en el camino correcto. Ese reconocimiento fue el combustible para seguir creciendo”.
El sueño de emprender y la fuerza del trabajo en equipo. A principios de este año, con el apoyo de su novio Mario Hermosillo López, Darianna dio un paso decisivo: abrir su propia barbería, Barber Shop DY.
“Fue un proceso lindo y chistoso a la vez, porque todo se dio rápido. Agradezco ese impulso para cumplir mis sueños”, compartió.
Trabajar en pareja ha resultado una experiencia significativa: “Para mí es un logro y significa un futuro. Tenemos apoyo mutuo e incondicional; yo lo estoy enseñando para que si Dios quiere tengamos otra barbería juntos.”
Hoy, su negocio que se ubica en la colonia Lázaro Cárdenas no solo ofrece cortes, sino también faciales, planchado, tintes y productos de cuidado para cabello y barba. Esa visión integral surgió de todo lo que aprendió en salones y cursos de belleza, combinando habilidades para brindar una experiencia completa.
Técnica, tendencias y corazón
Darianna es una profesional que se distingue por su atención al detalle, la pulcritud en cada corte y la dedicación en cada acabado. Le gusta tomarse el tiempo necesario para lograr líneas más limpias y degradados finos. Siempre está aprendiendo nuevas técnicas para ofrecer lo mejor.
“Quiero siempre dar la mejor experiencia. Que mi trabajo hable por sí solo. Y cuando un cliente se mira al espejo y sonríe, ella siente la mayor recompensa: Me da mucha felicidad cumplir las expectativas,” expresó con orgullo Sánchez Zamora,
Desafíos, motivaciones y valores. Su camino no estuvo exento de dudas, pero cada obstáculo reforzó su propósito: tener su propio negocio. Para lograrlo, ha sostenido una filosofía sencilla y poderosa: puntualidad, respeto, educación y confianza.
También reconoce a quienes han sido su sostén emocional y profesional.
“Agradezco a mi familia por ese gran apoyo, y a mis clientes por la confianza que me brindan.”
Uno de sus logros más significativos es que aquel primer cliente que confió en ella cuando aún no sabía usar una máquina… sigue volviendo. Ese hecho, dice, marcó su seguridad para siempre.
Un mensaje para quienes sueñan con emprender. A otras jóvenes que desean aprender un oficio o iniciar un proyecto, Darianna les envía un mensaje desde la experiencia:
“Que se animen y se arriesguen. No bajes la meta, aumenta el esfuerzo. Cada paso con determinación te acerca a lo que sueñas.”
La historia de Darianna Yeraldi es la prueba de que cuando una mujer confía en sí misma, ningún reto es demasiado grande. Lo que empezó como una tarea desconocida se convirtió en su vocación, demostrando que el talento se construye con disciplina, pasión y valentía. Su camino inspira a otras jóvenes a creer que sí se puede avanzar, incluso cuando el camino parece difícil.
Barber Shop DY, de Darianna Yeraldi, se encuentra en Plaza Edén, sobre la Avenida 21 de Marzo, esquina con Gardenia, en la colonia Lázaro Cárdenas. El horario de trabajo es de 10:00 a.m. a 7:00 p.m.
Para agendar tu cita en Barber Shop DY, comunícate al 667 388 0985 y asegura tu lugar para disfrutar de un servicio profesional y personalizado con Darianna Yeraldi.
Desde su Barber Shop en la colonia Lázaro Cárdenas, Darianna Yeraldi Sánchez Zamora no solo transforma estilos: transforma vidas. Su dedicación, el cariño de sus clientes y el apoyo de su familia demuestran que los sueños florecen cuando se riegan con esfuerzo y corazón.
Y cada corte, cada mirada al espejo y cada sonrisa renovada confirman que cuando una mujer abraza su luz y cree en su propio poder… se vuelve capaz de escribir un destino extraordinario.