El testimonio que revela cómo Irene Ramírez resurgió del infierno de las adicciones en Sinaloa

De la oscuridad a la esperanza: la historia de una mujer sinaloense que sobrevivió al consumo de toda clase de sustancias adictivas y hoy busca inspirar a otros a través del podcast ¿No pasa nada?

Por: Juan Francisco Sotomayor

La historia de Irene Ramírez es un estremecedor retrato de cómo el consumo de sustancias puede arrastrar a una persona y a su familia al límite del dolor, pero también una muestra de que la recuperación y el perdón son posibles.

En su participación en el podcast ¿No pasa nada?, la sinaloense compartió con crudeza los episodios más oscuros de su vida, su paso por el consumo de cristal, marihuana, cocaína y pastillas psicotrópicas, así como el proceso de reconstrucción personal que hoy la mantiene en pie.

“No te va a pasar nada”, la mentira que cambió su destino

En medio de una vida marcada por el dolor y el alcoholismo, llegó el momento que la empujó al abismo.

“Una persona me ofreció cristal y me dijo: no te va a pasar nada, solo te vas a liberar”, recuerda. Aquella primera dosis fue el inicio de una pesadilla. Perdió su empleo, su casa —que prácticamente cambió por droga— y la confianza de su familia.

“Mis hijas iban y me tocaban la puerta, querían hablar conmigo, pero yo ya no podía dejar de drogarme. Dependía totalmente del cristal. Dejé de mandar a mis hijas a la escuela, dejé de comer, dejé de vivir”, narra Irene con voz entrecortada.

“Viví un infierno en vida”

“Me arrastró la droga, viví un infierno en vida”, confiesa Irene al recordar los años en que su adicción dominó cada aspecto de su existencia. La casa que compartía con sus hijas se convirtió en un lugar de encierro y deterioro.

“Ellas no iban a la escuela, andaban por toda la casa mientras yo fumaba… el humo llegaba hasta donde dormían”, relata con dolor.

Su historia comenzó marcada por la violencia y el abuso. Desde niña sufrió agresiones físicas y sexuales, lo que la llevó a desarrollar un profundo resentimiento.

“Era una niña abusada desde los seis años. Siempre me sentí con coraje hacia la vida”, dice.

Años después, la muerte de su padre por homicidio —un hombre que también le había causado daño— detonó un nuevo ciclo de autodestrucción:

“Cuando lo vi muerto, me di cuenta de que todo mi coraje eran mentiras… lo que quería era que me dijera que me amaba”.

El consumo de sustancias la llevó a perder su hogar, su trabajo y la relación con sus hijas. Captura de pantalla

“Me has destruido la vida”: el momento que lo cambió todo

Fue durante un internamiento en un centro de rehabilitación cuando enfrentó su realidad.

“Tenía un mes anexada y esperaba ver a mis hijas. Cuando llegó la mayor, corrí a abrazarla, pero me detuvo con la mano. Me dijo: no me abraces, no te imaginas el daño que me hiciste… me destruiste la vida”

Ese momento, cuenta Irene, fue el punto de quiebre. “Ahí me di cuenta de la magnitud del daño, que no solo me estaba destruyendo yo, sino también a las personas que más amo”.

Un mensaje de esperanza

Hoy, Irene Ramírez comparte su experiencia en el podcast ¿No pasa nada?, un espacio dedicado a visibilizar las historias reales de quienes han caído en el consumo y buscan recuperarse. Su testimonio, lleno de verdad y vulnerabilidad, pretende generar conciencia y empatía.

“Me dijeron que no iba a pasar nada, pero pasaron muchas cosas —dice—. Perdí todo, pero también encontré una oportunidad de volver a vivir”.

Su historia no solo expone las heridas del consumo, sino también la fuerza de una madre y mujer que, tras tocar fondo, decidió levantarse y reconstruir su vida desde el perdón y la fe.