Leticia Duarte: la instructora de belleza que demuestra que nunca es tarde para aprender

En Culiacán, Leticia Duarte transforma vidas con cursos de belleza en el DIF Palmito, demostrando que nunca es tarde para aprender y emprender

Por: Francisco Castro

En el Centro de Desarrollo Integral Margarita Maza de Juárez, más conocido como DIF Palmito, una mujer transmite mucho más que técnicas de belleza. Laura Leticia Duarte López, instructora desde 2012, ha hecho de cada curso una oportunidad para transformar vidas. 

Su historia personal es también un ejemplo de resiliencia y de la convicción de que nunca es tarde para cumplir sueños.

Laura Leticia Duarte López es instructora de belleza desde 2012, y recientemente estudió la licenciatura en Psicología.

Laura, conocida por sus alumnas como “profe Leticia”, aprendió el oficio de la belleza a los 16 años, cuando decidió estudiar cultura de belleza mientras cursaba la secundaria.

Una vida entre retos y sueños

Su infancia estuvo marcada por la vida nómada de sus padres, quienes trabajaban como jornaleros agrícolas y se mudaban constantemente de un campo a otro.

“Vivimos en el Campo Corea, en La Fortuna, en el paralelo 38. Mis papás iban de un lugar a otro, y eso me enseñó desde niña que la estabilidad debía construirse con esfuerzo”, recuerda para Tus Buenas Noticias.

A los 57 años, lejos de rendirse a la rutina, Laura acaba de concluir la licenciatura en Psicología semiescolarizada, demostrando que los límites solo existen si uno los acepta. “Siempre he dicho y sostengo: nunca es tarde para aprender”, afirma con una sonrisa desde un aula en el DIF Palmito.

Una vida de retos y enseñanza

Su camino profesional estuvo lleno de sacrificios. Desde joven trabajó cuidando enfermos y en casas particulares para apoyar a sus padres, entregando lo que ganaba para comprar el mandado familiar. 

Se casó temprano y, con la llegada de sus hijos, decidió dejar inconclusa la carrera de enfermería. Pero la pasión por la belleza y la enseñanza la acompañaron siempre.

Para Leticia Duarte, cada grupo al que imparte cursos de belleza, se convierte como parte de su familia, y así lo admite.

Durante años trabajó en academias privadas como Lafayette, hasta que una invitación la llevó a incorporarse a Icatsin. Desde entonces, imparte cursos de capacitación en el DIF Palmito, donde cada grupo se convierte en una familia.

Los talleres —que van desde cortes de cabello hasta manicura, pedicura o uñas acrílicas— están diseñados para que personas de todas las edades, incluso adultos mayores, puedan aprender un oficio en poco tiempo y generar ingresos propios.

Los cursos de belleza, una oportunidad de autoempleo

Lo más gratificante para Laura es ver cómo sus alumnas aplican lo aprendido: “Me llena de orgullo cuando me dicen: ‘Profe, puse una estética’ o ‘Ya estoy trabajando y cobrando’. Esa es mi mayor satisfacción”.

A sus cursos llegan desde jóvenes de 14 años hasta mujeres de más de 65, y ella se asegura de que todas encuentren un lugar, sin importar limitaciones físicas o educativas.

La inspiradora historia personal de Leticia Duarte demuestra que la educación es una herramienta de transformación sin fecha de caducidad. Nos demuestra que el esfuerzo constante produce frutos y una vida con más belleza.