Por amor al prójimo, Silvia Arana Esquivel ha dedicado siete años a servir como voluntaria en el Banco de Alimentos de Culiacán
Por: Juan Madrigal
Culiacán, Sinaloa.- Con una sonrisa y el corazón dispuesto, Silvia Arana Esquivel dedica su vida al servicio de los demás. Desde hace siete años, su voluntariado en el Banco de Alimentos de Culiacán no solo lleva alimento a quienes más lo necesitan, sino también esperanza, calidez y un ejemplo de solidaridad que transforma vidas.
El ejemplo de Silvia Arana, voluntaria que transforma vidas con solidaridad en Culiacán
Originaria de Mérida, Yucatán, Silvia llegó a Culiacán con su familia cercana, su esposo e hijos, pero encontró en el voluntariado un espacio donde sembrar bondad y recibir el calor de la comunidad.
La vecina del fraccionamiento Providencia recuerda que un día, al acudir por una despensa, vio un anuncio que solicitaba voluntarios y decidió unirse de corazón.
Para ella, ayudar se ha convertido en mucho más que una labor: es una forma de ocupar su tiempo, mantenerse activa y sentirse útil, especialmente ahora que sus hijos ya se casaron.
“A veces me canso, pero saber que mi esfuerzo puede llevar alimento y esperanza a quienes más lo necesitan me motiva a seguir”, comentó la admirable mujer.
Cada día, Silvia pone su tiempo y amor en la preparación de más de 600 despensas. Ha trabajado en la cocina y se involucra en cada actividad que se requiera en la institución que se ubica en el Mercado de Abasto, convencida de que su esfuerzo puede llevar alivio, esperanza y una sonrisa a quienes atraviesan momentos difíciles.
Para Arana Esquivel, ayudar trasciende la simple labor; es una fuente de alegría, propósito y conexión humana. Cada gesto, cada despensa preparada y cada mirada de gratitud la llena de esperanza y la certeza de que su esfuerzo siembra luz y fortaleza en quienes más lo necesitan.
La dedicación de Silvia Arana Esquivel nos enseña que la verdadera riqueza se encuentra en el corazón y en el tiempo que entregamos a los demás.
Junto a Silvia, otras mujeres como Vicky, Rosario y Esther entregan su tiempo y esfuerzo en el Banco de Alimentos de Culiacán, demostrando que la solidaridad y el corazón generoso pueden transformar vidas.
Actualmente, el Banco de Alimentos entrega despensas quincenales a familias de la ciudad y comunidades cercanas, con productos básicos como arroz, frijol, aceite, enlatados y hortalizas.
Su ejemplo nos recuerda que incluso los gestos más pequeños, hechos con amor, pueden iluminar vidas, reconfortar almas y sembrar esperanza en toda una comunidad, dejando una huella que perdura más allá de cualquier dificultad.