A sus 10 años, Ian Carlo García sueña con jugar en Cruz Azul y Real Madrid; entrena con el profesor Omar Rocha y destaca como portero del Club Lombardo en Culiacán
Por: Francisco Castro
En Culiacán, donde el fútbol es parte de la vida cotidiana, un niño de apenas 10 años ha comenzado a llamar la atención por su talento bajo los tres palos. Él es Ian Carlo García Gómez, conocido como el "Benji Price" de la Lombardo, en alusión al legendario arquero de la serie Los Supercampeones.
La historia de Ian Carlo combina disciplina, sueños y el respaldo de una familia y comunidad que creen firmemente en él.
Una pasión temprana
El gusto de Ian Carlo por la portería nació cuando apenas tenía tres años y medio. Desde entonces, nunca quiso otra posición.
Su mamá, Carmen Beatriz Gómez Loaiza, recuerda: “Al principio lo pusieron de defensa, pero él siempre terminaba en la portería. Decía que ahí quería estar y no hubo manera de convencerlo de lo contrario”.
El inicio no fue sencillo. Jugaba con niños más grandes, lo que significaba un reto físico importante. Sin embargo, esa experiencia lo hizo crecer rápido. “Era muy chiquito, y los entrenadores pensaban que lo iban a quitar pronto porque no era su categoría, pero Ian se aferró y demostró que podía”, añade su mamá.
De Dorados al Club Lombardo
Su primera parada fue en la escuela oficial de Dorados. Más tarde pasó por Fortaleza, hasta llegar al Club Lombardo, donde encontró estabilidad y un entorno que lo hace sentir en casa.
“Llevamos cuatro años ahí. La categoría 2015 se ha convertido en una familia. Nos apoyamos entre papás y niños, viajamos juntos a torneos y compartimos todo lo que implica este camino”, dice Beatriz para Tus Buenas Noticias.
Actualmente, Ian se entrena con el profesor Diego Rodríguez en el Club Lombardo y, de manera adicional, con el profesor Omar Rocha en el Centro de Entrenamiento y Formación Especializada en Porteros (CEFEPOR). Esa doble preparación le ha dado confianza y técnica.
El reto de ser portero
Para Ian Carlo, lanzarse en busca del balón es lo que más le gusta de la posición. No le teme a los golpes ni a los goles. Aunque al principio lloraba cuando le anotaban, hoy ha aprendido a manejar la frustración.
“Ahora entiende que si le meten un gol tiene que levantarse y seguir. Eso habla de la madurez que ha desarrollado”, afirma su mamá.
Ese aprendizaje es clave en una posición donde el portero suele ser héroe o villano en segundos.
Campeonatos y constancia
A su corta carrera, tiene muchos logros. Ha ganado la Copa Mazatlán en tres ediciones seguidas, la Copa Chivas 2023 y recientemente la Copa Login Sport, en Guadalajara, donde solo recibió tres goles en todo el torneo.
El campeonato en la Copa Login Sport les abrió la posibilidad de asistir en diciembre a un torneo internacional en Cali, Colombia. La ilusión está encendida; el reto ahora es reunir los recursos económicos.
Uno de los recuerdos más especiales para la familia fue la Copa Chivas (2023): “Estábamos esperando resultados para ver si pasaban. A las 11 de la noche nos confirmaron y al otro día jugaron a las ocho de la mañana. Poco a poco fueron avanzando hasta quedar campeones. Fue muy emocionante”, relata Beatriz.
El niño aplicado y perseverante
Fuera de la cancha, Ian Carlo es un estudiante ejemplar. “Es muy responsable, saca dieces, aunque a veces no le reconocen porque falta por los torneos. Pero entiende que es parte de sus compromisos. Nunca batallamos con él para estudiar”, comenta su mamá.
Introvertido y serio, le cuesta al inicio hacer amigos, pero una vez que toma confianza se adapta muy bien. Esa personalidad lo ha ayudado a integrarse con entrenadores y compañeros.
Sueños celestes
Cuando se le pregunta por sus ídolos, sorprende al mencionar primero a Cristiano Ronaldo. Pero en cuanto a clubes, tiene muy claro lo que quiere: jugar para el Cruz Azul.
“A veces le hacen carrilla, pero él responde seguro: quiere jugar con Cruz Azul y después en el Real Madrid”, asegura Beatriz.
El sueño lo motiva a seguir entrenando con disciplina, convencido de que el esfuerzo de hoy será la base de su futuro.
El “Benji Price” de Culiacán
El apodo que lo acompaña nació porque siempre juega con cachucha, como lo hacía Miguel Calero. Además, su estilo de lanzarse con valentía recuerda al personaje animado Benji Price.
“Él mismo responde cuando le dicen así. Lo toma con orgullo, sabe que es parte de su identidad como portero”, comenta su mamá.
Ese sobrenombre, lejos de ser un simple mote, refleja cómo lo ven quienes lo han visto bajo los postes: un niño capaz de volar para detener disparos que parecen imposibles.
Más que fútbol
La historia de Ian Carlo no es solo la de un niño con talento, sino la de una familia y comunidad que lo respaldan. Su perseverancia y madurez son valores que inspiran y demuestran que el deporte no solo forma atletas, sino personas íntegras.
En un contexto donde muchos jóvenes abandonan el deporte por falta de recursos o motivación, el ejemplo de Ian invita a reflexionar sobre la necesidad de invertir en la niñez y en espacios deportivos que les permitan crecer.
Mientras tanto, en cada entrenamiento y cada partido, Ian Carlo sigue atajando balones, volando de un lado a otro de la portería y construyendo, paso a paso, el camino hacia su gran sueño: ser el portero que algún día defienda los colores de Cruz Azul.