La Capilla del Diablo, la misteriosa tumba que domina San Ignacio desde lo alto

En lo alto de un cerro en San Ignacio, Sinaloa, se levanta una capilla olvidada y vandalizada, donde aseguran descansan los restos de un comerciante que, según la leyenda, vendió su alma al diablo. ¿Te atreverías a conocer su historia?

Por: Yolanda Tenorio

San Ignacio, pueblo Mágico, cuenta con un sinfín de leyendas, algunas que los propios habitantes han ido creando con el paso de los años y otras más que han sido verdaderas, pero que cada quien le ha ido dando su toque personal, convirtiéndolas en iconos importantes y en patrimonio de los sanignacenses.

La Capilla del Diablo en San Ignacio

Uno de estos y que tanto llama la atención sobre todo de los visitantes, uno de los mayores atractivos que llama la atención de los visitantes es la capilla del diablo, donde  descansan los restos de don Bernardo Escobasa, un prominente comerciante.

Esta se encuentra en la cima de un cerro y se divisa desde la carretera estatal Coyotitán San-San Ignacio, para llegar hasta ella hay que acceder por el lugar conocido como Agua Caliente que se localiza a algunos cien metros por la vía que conduce hacía la sindicatura de San Juan, y escalar por lo menos durante treinta minutos, debido a que la vereda se encuentra dañada, pues no existen indicios que haya habido un buen camino natural, o escalones de cemento.

Capilla del Diablo en San Ignacio, donde descansan los restos de Bernardo Escobosa.

Al llegar a la cima te puedes encontrar que desde ahí puedes observar una gran panorámica, y por supuesto la capilla que se encuentra muy deteriorada debido al abandono y a que ha sido objeto de vandalismo, incluso señalan que las gavetas fueron profanadas, ya que quienes lo hicieron pensaban que quienes estaban ahí habían sido sepultados con joyas.

Ya en algunas ocasiones esta ha sido rehabilitada, pero de nueva cuenta ha sido vandalizada y grafiteada, incluso hay quienes señalan que hace varios años sobre las paredes colgaban algunos cuadros de los Escobosa.

Capilla del Diablo en San Ignacio, donde descansan los restos de Bernardo Escobosa y otros familiares.

El asombro de los visitantes es tanto cuando la ven, que no se resisten a preguntar si es una capilla dedicada a algún santo, pero al escuchar que en esta se encuentra sepultado Bernardo Escobosa, y algunos familiares, su interés aumenta en conocer esta historia.

Capilla del Diablo en San Ignacio, donde descansan los restos de Bernardo Escobosa.

Y aunque nadie conoce a ciencia cierta la historia de la misma, platican lo que han oído a través de sus antepasados. 

La historia de Bernardo Escobasa el hombre que le pidió dinero al Diablo

Sin duda alguna una de las historias más sonada es que este enigmático hombre llegó a San Ignacio en el año de 1840 proveniente de España, trayendo consigo mercería diversa, como, telas, espejos, perfumes y demás artículos que comenzó a comercializar entre los habitantes, y al ver que sus ganancias aumentaban, con ello también aumento su ambición por 

Convertirse en el hombre más rico y poderoso de San Ignacio. 

Esta fue tanta que decidió venderle su alma al diablo. Su sueño se cumplió y se volvió comerciante más próspero del municipio, esto lo llevó a tener grandes propiedades y  extensiones de tierra. 

Capilla del Diablo en San Ignacio, donde descansan los restos de Bernardo Escobosa.

Finalmente, cuando este murió, cuenta la leyenda que sus familiares lo llevaban a sepultar al panteón cuando un fuerte viento les arrebató el féretro y lo colocó sobre el cerro donde se encuentra la referida capilla donde fue sepultado. 

Otros dicen que ese fue su deseo que lo sepultaran ese lugar, para así dominar sus propiedades desde lo alto y que además pidió que sus familiares también fueran sepultados en ese lugar, así como toda la descendencia de varones se llamaran como él, lo que se ha continuado haciendo por tradición.

Otra historia, muy diferente cuenta que en realidad si llegó de España y que traía mercancía para vender la cual cambiaba por oro en los territorios mineros de San Ignacio de aquella época como fueron San Juan, Los Frailes, El Tambor, San Javier, el Chilar, El Carrizal, Campanillas, entre otros, desarrollando con éxito en el comercio ambulante ya en 1869, era un hombre afortunado y afamado lo que le ganó la envidia de muchas personas que comenzaron a difamarlo, inventando que el dinero que tenía era producto del pacto que había realizado con el diablo, al venderle su alma.

Capilla del Diablo en San Ignacio, donde descansan los restos de Bernardo Escobosa.

Bernardo se casó, tuvo cuatro hijos, enviudó, volvió a casarse y tuvo otros hijos, los Escobosa que existen en Sinaloa, descienden de este mítico y legendario personaje conocido como el que le vendió su alma al diablo, y que después de más de un siglo de fallecido, sigue  dando de qué hablar.

Capilla del Diablo en San Ignacio, donde descansan los restos de Bernardo Escobosa.

No está por demás decirles que esta historia viene rodando de boca en boca desde finales del siglo XIX, y que por tratarse de una leyenda, los hechos aquí relatados forman parte más de la imaginación de quienes lo cuentan, que de la propia verdad histórica.