Harpy Snacks ofrece premios naturales y deshidratados para perros y gatos, hechos en Sinaloa por una familia que apuesta por la salud y el cariño
Por: Francisco Castro
En medio del auge por lo saludable y lo natural, no solo los humanos han comenzado a cambiar sus hábitos. También los animales de compañía tienen ahora la oportunidad de disfrutar de productos más sanos, gracias a propuestas como la de Juan Yahir Guerra, fundador de Harpy Snacks.
La apuesta de Juan Yahir es un negocio familiar de premios deshidratados para perros y gatos, hecho en Sinaloa y con miras a expandirse en el noroeste del país.
Una idea creativa para incentivar a nuestras mascotas
La idea nació de una necesidad cotidiana: Juan y su familia buscaban opciones más saludables para alimentar a sus propios perros. Fue entonces cuando detectaron un vacío en el mercado: los premios naturales, sin conservadores ni aditivos, no eran fáciles de conseguir. Así, nació Harpy.
“Empezamos con patitas de pollo, mollejas, hígados de res y cerdo, tráqueas y filete de pescado. Todo es natural y deshidratado, sin sal ni químicos”, explica Juan.
Estos productos no solo premian el buen comportamiento de las mascotas, también les aportan colágeno, hierro, vitaminas y minerales, afirma en entrevista para Tus Buenas Noticias.
Harpy, un negocio familiar
El proyecto es un verdadero emprendimiento familiar: Juan se encarga de la promoción y la entrega, su hijo dirige la producción, y sus dos hijas se encargan del área administrativa y de mercadotecnia. “Ver que algo hecho por la familia crece, da una satisfacción muy especial”, señala.
Harpy Snacks ha logrado posicionarse en más de 100 veterinarias en todo Sinaloa, incluyendo ciudades como Culiacán, Mazatlán, Guasave, Guamúchil y Los Mochis, precisa Juan Yahir.
También realizan entregas a domicilio por medio de WhatsApp e Instagram, además de participar activamente en bazares como los de Plaza Ceiba, Parque Botánico y Las Riberas.
El siguiente paso, expandirse a Sonora
Aunque el camino ha tenido obstáculos —como la dificultad de conseguir materia prima a buen precio o el impacto de la violencia en la ciudad—, el negocio ha sabido adaptarse y mantenerse competitivo. Incluso, ya tienen planificada su expansión a Sonora, comenzando por Navojoa y Ciudad Obregón.
Juan destaca que el éxito no solo está en la calidad del producto, sino en la conexión que genera: "Es un premio, pero también una forma de cuidar a quienes consideramos parte de la familia".
Y aunque no todos los perros o gatos se animan a masticar una patita de pollo a la primera, Harpy tiene opciones más suaves como hígado o filete de pescado.
Con un modelo sustentable, saludable y cercano, Harpy Snacks no solo ofrece un producto, sino una filosofía: alimentar con cariño y responsabilidad.
Para pedidos o más información, los interesados pueden encontrarlos en sus redes sociales o consultar su red de veterinarias distribuidoras.