En Culiacán, Lidia Idalia Corral Espinoza transformó el abandono en esperanza al adoptar y esterilizar a una perrita, demostrando que el amor y la empatía pueden cambiar destinos. Su ejemplo nos invita a cuidar y respetar a los animales
Por: Juan Madrigal
Culiacán, Sinaloa.- En un mundo donde la indiferencia aún cobra víctimas silenciosas, como los animales abandonados, Lidia Idalia Corral Espinoza se convirtió en un ejemplo de empatía y acción responsable.
Verania encontró hogar… y Lidia, compañía
Al enterarse de que una perrita había sido cruelmente abandonada en una vivienda que solía albergar sueños y ahora estaba vacía, Lidia Idalia no pudo quedarse de brazos cruzados.
Movida por el amor a los animales y un profundo sentido de justicia, contactó a una protectora en Culiacán. Juntas lograron rescatar a la perrita, devolviéndole la esperanza que le habían arrebatado.
Con ternura y compromiso, Lidia Idalia le abrió no solo las puertas de su hogar, sino también las de su corazón. La nombró “Verania”, símbolo de una nueva primavera para ambas.
Hoy, Verania es una mascota feliz, amada y cuidada. “Ella es muy feliz conmigo. Mejor compañía no puedo tener. Es una perrita hermosa y muy cariñosa”, expresó Lidia Idalia con una sonrisa que refleja todo lo que perrita de raza Chihuahua pelaje largo ha significado para su vida.
Pero esta historia no es solo sobre una adopción. Es un mensaje claro y urgente: los animales no son juguetes, menos desechables. “Son seres vivos que sienten. Aunque no hablen, su lealtad y cariño son incondicionales”, reflexionó la admirable mujer, e invita a verlos con la dignidad y respeto que merecen.
Con esa misma convicción, participó en la más reciente campaña gratuita de esterilización organizada por el gobierno estatal y municipal, en colaboración con la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UAS.
“Fue un servicio de primera. Desde la recepción hasta la atención postoperatoria, todo fue excelente. Ojalá se realicen más campañas como esta”, expresó con gratitud.
Historias como la de Verania no se escriben solas; se tejen con hilos de amor, empatía y valentía, como los que día a día demuestra Lidia Idalia.
Adoptar en lugar de comprar, esterilizar para prevenir el abandono y proteger a quienes no tienen voz, no son solo gestos nobles: son actos de humanidad que nos definen y nos transforman.
Porque cada vez que salvamos a un animal del olvido, también salvamos una parte de nosotros. En un mundo que necesita más compasión, que tu hogar sea un refugio y tu corazón, una esperanza.