El dátil es una fruta que años antes era desconocida en México, hoy es exportada en toneladas a diferentes países
Por: Alfredo Rivera Estrada
El dátil es el fruto de la palmera datilera. Es una fruta dulce y jugosa, originaria de Oriente Medio y África del Norte, que se seca naturalmente en la planta y se convierte en un alimento básico en muchas culturas. Los dátiles son ricos en azúcares naturales, fibra, vitaminas y minerales.
En años anteriores el dátil era un fruto casi desconocido para los consumidores mexicanos, hoy México se encuentra como el cuarto productor mundial de la variedad Medjool, una de las más valoradas en el mercado global por su tamaño, dulzura equilibrada y textura carnosa.
Producción de dátil en México
Según datos de las y los productores entrevistados, México produce aproximadamente 21,000 toneladas anuales de dátil, particularmente de la variedad Medjool, considerada la más cotizada a nivel mundial.
Este tipo de dátil destaca por su equilibrio en dulzura, textura carnosa y tamaño vistoso. En el mercado nacional, el kilo se vende entre 200 y 250 pesos.
La producción mexicana de dátil se exporta a países como Estados Unidos, Francia, Australia y algunas naciones del Medio Oriente, donde, a pesar de ser productores históricos, reconocen la calidad del fruto mexicano. El dátil dentro del país se consume en ciudades como la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Cancún.
La presencia de la palma datilera en el norte del país, específicamente en Mexicali y San Luis Río Colorado, se remonta a varias décadas atrás. Sin embargo, fue hace unos 15 años cuando la reconversión agrícola, incentivó la plantación de palmas datileras.
La Ruta del Dátil en Mexicali
Ante el auge de la producción y la necesidad de abrir mercado interno, surgió la Ruta del Dátil, que se ubica aproximadamente a 25 minutos del centro de Mexicali, sobre la carretera a Algodones, a la altura del Aeropuerto Internacional de Mexicali.
Esta iniciativa, que mezcla agricultura, turismo y gastronomía, ofrece un recorrido que comienza en las plantaciones del Valle de Mexicali, donde los visitantes pueden conocer de cerca las palmas datileras, que alcanzan hasta 10 metros de altura.
La mejor época para visitar la Ruta del Dátil en Mexicali es en su temporada de cosecha (agosto a octubre). El público objetivo al que se quiere llegar es a Foodies y amantes del turismo gastronómico interesados en productos artesanales, ingredientes de origen y experiencias culinarias auténticas.
No solo eso, además cuenta con actividades para niños, como espacios al aire libre y degustaciones suaves.
El costo de la entrada a esta ruta gastronómica en Mexicali es de 150 a 500 pesos, que incluyen recorrido, degustaciones y maridajes. Hay opciones con costo adicional para experiencias especializadas.
Empresas clave en la Ruta del Dátil en Mexicali
El éxito de la Ruta del Dátil no sería posible sin la colaboración de empresas locales que han dado forma al proyecto desde la raíz hasta la mesa:
- Palmeras RQ. Pionera en productos transformados, ha conquistado el mercado con sus dátiles enchilados, una propuesta que mexicaniza el fruto con sabores picantes y dulces.
- 8X8. Lidera la creación de destilados de dátil, incluidos licores tipo carajillo con identidad desértica.
- Variel. Esta empresa ha sido fundamental en la fusión entre el café agroecológico veracruzano y el dátil, ofreciendo nuevas formas de consumo saludables y sofisticadas.
Dátil enchilado, café de altura y carajillo del desierto
Entre las experiencias que ofrece la ruta destaca la degustación de dátiles enchilados, el uso del fruto como endulzante natural y su combinación con café de altura sin agroquímicos, producido en Veracruz bajo métodos ancestrales y sostenibles.
Una de las bebidas reconocidas de la ruta es el “carajillo del desierto”, preparado con destilado de dátil en lugar de licor, y con un trozo del fruto en lugar del tradicional grano de café.
El resultado es una bebida intensa, suave al paladar y con notas dulces y tostadas que evocan el paisaje del norte de México.
El café agroecológico, el kilo puede alcanzar los 650 a 700 pesos, ya que su recolección, selección y tratamiento son 100% manuales. Esto no solo protege el medio ambiente, sino que también genera empleo digno en comunidades rurales.