Jóvenes llenan de color la Escuela Normal de Sinaloa, donde educación y talento se unen en el mural “Arte que transforma”

Estudiantes de la ENS crean un mural por la paz, la igualdad y contra las adicciones en el marco de la Segunda Jornada Nacional de Tequios y Murales en Culiacán

Por: Juan Madrigal

Culiacán, Sinaloa.- En el marco de la Segunda Jornada Nacional de Tequios y Murales por la Paz, la igualdad y contra las Adicciones, la Escuela Normal de Sinaloa (ENS) se convirtió en un espacio de inspiración y unión.

Colores que inspiran: mural por la paz une a jóvenes normalistas en Culiacán

Con pinceles cargados de color y esperanza, jóvenes normalistas, guiados por el artista Doctor Feis, dieron vida a un mural que hoy irradia mensajes de paz, igualdad y esperanza sobre la barda del plantel educativo, ubicada en el bulevar Manuel Clouthier.

Cuando el arte educa: jóvenes pintan un mural por la paz en la Escuela Normal de Sinaloa. Foto: Juan Madrigal

Bajo el nombre “Arte que transforma”, esta obra nació del compromiso, la creatividad y el deseo de los futuros docentes por construir un entorno más humano y libre de violencia. La iniciativa fue posible gracias al entusiasmo de la comunidad normalista y al valioso acompañamiento de Vamos Pintando, en colaboración con Suma Sociedad Unida IAP.

Durante la inauguración, el director de la ENS, Miguel Chávez Pérez, expresó que este mural “representa un compromiso comunitario con la construcción de la paz y la esperanza en Culiacán”. Sus palabras reflejaron el espíritu que se respira en cada trazo: la convicción de que la educación y el arte pueden renovar realidades.

Por su parte, el director general de SUMA, José Iván Velázquez Aréchiga, recordó que “la educación es el único antídoto contra la violencia”, destacando que esta creación colectiva es un legado de la juventud para la ciudad, especialmente en el marco de su aniversario.

La Escuela Normal de Sinaloa impulsa valores de paz y unión con su nuevo mural comunitario en Culiacán. Cortesía/ENS

Más que una pintura, el mural se convierte en un símbolo vivo de unión, creatividad y compromiso social. Cada color, cada figura y cada mensaje fueron plasmados con la esperanza de inspirar a quienes lo observen a creer que la paz se construye día a día, desde las aulas, los espacios públicos y el corazón de la comunidad.

Este es solo el inicio de una obra que deja huella en la capital sinaloense y en quienes participaron en ella, recordando que el arte, cuando nace del amor y la colaboración, tiene el poder de sanar, educar y transformar.