Con coronación de la nueva soberana, Susan Karime I, baile y música, “Tardes de Danzón” festeja un año más Culiacán
Por: Juan Madrigal
Culiacán, Sinaloa.- Con música, sonrisas y corazones latiendo al compás del danzón, Culiacán celebró los 25 años de uno de sus eventos culturales más entrañables: las “Tardes de Danzón”, un espacio que ha sabido tejer lazos entre generaciones, fomentar la convivencia y mantener viva una tradición que enriquece el alma de la ciudad.
Danzón en Culiacán cumple 25 años: fiesta cultural en la Plazuela Obregón
La Plazuela Obregón se transformó una vez más en escenario de encuentro y celebración. Alrededor del kiosco, las notas magistrales de la Banda Orquesta Musical Nativos envolvieron a todos los presentes en un ambiente de gozo y nostalgia, con danzones legendarios como Rigoletito, Almendra, Zacatlán y el emblemático Nereidas.
Las mesas adornadas con flores, viandas y rostros felices daban cuenta de que no se trataba solo de un baile, sino de una comunidad que se reconoce y se celebra.
En medio de este festejo, Martha Navarro entregó con orgullo su investidura a la nueva soberana, Susan Karime I, quien fue coronada por Nidya Aldama Gasca, presidenta del Sistema DIF Bienestar Culiacán, y Adolfo Plata Guzmán, director del Instituto Municipal de Cultura Culiacán (IMCC).
En un emotivo gesto, el Dr. Héctor Gutiérrez Sánchez recibió un reconocimiento por su generosa contribución a la difusión del danzón, reflejo del compromiso ciudadano con la cultura y el bienestar colectivo.
Un cuarto de siglo de danzón: Plazuela Obregón vibra con música y tradición
La pista se llenó de inmediato. Parejas de antaño y nuevas generaciones compartieron cada compás con alegría desbordante. El primer baile de las soberanas y sus chambelanes marcó el inicio de una noche inolvidable, donde la tradición se sintió más viva que nunca.
El equipo del IMCC estuvo presente en todo momento, cuidando los detalles, ofreciendo pastel y refrescos, asegurando que nadie se quedara sin ser parte de la fiesta.
Cuando la música cesó, lo que quedó fue mucho más que un recuerdo: fue un mensaje claro de que la cultura tiene el poder de unir, sanar y celebrar la vida.
Las “Tardes de Danzón” no solo han resistido el paso del tiempo, sino que han fortalecido su espíritu con cada paso, cada melodía, cada abrazo compartido.
¡Larga vida al danzón y a todos los corazones que lo mantienen bailando!