Cada 29 de diciembre, la Iglesia Católica rinde homenaje en esta jornada a un religioso inglés, arzobispo de Canterbury y lord canciller de Inglaterra, un mártir cuya vida y legado resuenan profundamente en la fe de los creyentes. Conoce la historia de este santo
Por: Juan Méndez
Cada 29 de diciembre la Iglesia Católica conmemora a Santo Tomás Becket, quien perdió la vida de forma trágica este mismo día en 1170 al ser atacado mientras se encontraba orando junto al altar. Desde entonces, la vida y legado de este mártir resuenan profundamente en la fe católica.
¿Quién fue Santo Tomás Becket?
Santo Tomás Becket nació en Londres en 1118. Fue un hombre de gran inteligencia y habilidad, y desde los diez años ya realizaba sus primeros estudios de leyes civiles y canónicas en la abadía de los monjes de Merton, en Surrey. También estudió teología en París y Bolonia.
Luego, regresó a Inglaterra para entrar al servicio del Arzobispo de Canterbury, Teobaldo, que impresionado por su capacidad y sagacidad, le encargó varias misiones en Roma. Después, en 1154 pasó a ser arcediano de Canterbury y preboste de Beverley, para el año siguiente convertirse en canciller del reino.
Tras el fallecimiento del Arzobispo Teobaldo en 1161, el rey Enrique II de inmediato pensó en Santo Tomás para ocupar el puesto, pero Becket rechazó el puesto al no considerarse digno. Sin embargo, un Cardenal de mucha confianza del Sumo Pontífice Alejandro III lo terminó convenciendo de que debía aceptar.
Aunque su relación con el rey Enrique II fue inicialmente cercana, se deterioró cuando Becket defendió los derechos de la Iglesia frente a las intromisiones del monarca. De hecho, se cuenta que dijo: "Si acepto ser Arzobispo me sucederá que el rey que hasta ahora es mi gran amigo, se convertirá en mi gran enemigo".
Esta defensa inquebrantable de la fe lo convirtió en un símbolo de resistencia y lealtad a los principios cristianos, pero le terminó costando la vida al ser atacado por cuatro individuos que escucharon al rey decir: "No podrá haber más paz en mi reino mientras viva Becket. ¿Será que no hay nadie que sea capaz de suprimir a este clérigo que me quiere hacer la vida imposible?".
El martirio de Santo Tomás Becket
Fue canonizado por el papa Alejandro III apenas tres años después, en 1173. El caso conmocionó a la cristiandad y lo convirtió en un mártir venerado. La valentía de Becket y su disposición a sacrificar su vida por la fe lo han consagrado como un santo importante en el santoral católico del 29 de diciembre.
El 12 de julio de 1174, Enrique II tuvo que hacer penitencia públicamente ante la tumba de su enemigo, que se convirtió en uno de los lugares de peregrinaje más populares de Inglaterra. Además, se han originado oraciones a este santo, con los fieles pidiendo fortaleza en tiempos de adversidad y para defender la justicia:
"Oh Santo Tomás Becket, mártir de Cristo, intercede por nosotros para que podamos ser valientes en nuestra fe y firmes en la defensa de la justicia", dice la oración.
La devoción en México
En México, Santo Tomás Becket es especialmente venerado. Su historia de valentía y sacrificio resuena con muchos fieles que enfrentan desafíos en su vida diaria. Además, las iglesias celebran misas en su honor, y los devotos se reúnen para recordar su legado y pedir su intercesión en sus vidas.
Otros santos que se celebran el 29 de diciembre
- San David, rey y profeta.
- Beato Pedro el Venerable.