En sus camiones llega la fuerza de trabajo, la provisión familiar, y la esperanza de mejor vida. En ellos se va la vida con nuevas motivaciones.
Por: Juan Francisco Sotomayor
En sus camiones llega la fuerza de trabajo, la provisión familiar, y la esperanza de mejor vida. En ellos se va la vida con nuevas motivaciones.
Modesta y austera, desprovista de infraestructura, pero portadora de esperanza, la central camionera de Villa Juárez es un destino de reencuentros. Por ese medio llegan todos los años unos 25 mil migrantes del centro, sur y sureste del país principalmente. Vienen buscando dinero y dan vida a la economía regional.
Apenas es una llanura de suelo yermo, natural, a pura tierra, y cuando llueve, a puro lodo. Su valor no trasciende por su infraestructura o la carencia de ella. Trasciende por ser el medio donde llega la esperanza de miles de trabajadores migrantes, y por donde se va al cambio de ciclo agrícola, que simboliza el fin de la temporada de hortalizas. El tiempo de retorno a casa, el reencuentro con la familia tras 6 meses de intenso trabajo y gran esfuerzo físico.
Desde entonces la modesta central de autobuses ha visto llegar migrantes cargando sus propiedades en cartones, costales, maletas y valijas. Llegan a trabajar y la bonanza de la agricultura y los salarios acumulables por jornada les invita a quedarse. Así va creciendo el poblado con más colonias cada año.
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Por la central se va al trabajo de la ciudad: la enfermera, el oficinista, el diseñador, el dependiente de tienda, el campesino, el enfermo, el que busca nuevos aires en otro destino, el que vende y el que compra. En esos camiones viaja el que busca su progreso.
Por esos mismos camiones regresa el que se ha ido de paseo, el que llega cansado del trabajo, el novio ilusionado, la muchacha que ha comprado ropas nuevas, el que visitó a sus familiares, y el que viene a buscando aventuras. En los asientos de los camiones no hay secretos, la plática de unos es la risa o el morbo de otros. Ahí te enteras de los éxitos, de los pesares, del sufrir, de las algarabías, los amoríos y la salud de otros. Ahí amarras y sueltas, es la ruta es la ruta de la vida.
La central camionera de Villa Juárez es un destino de reencuentros. En sus camiones la vida va y viene con nuevas motivaciones.