2021-03-29

Recapturas visuales de aves en la Bahía de Ohuira

Aprovechar estas y otras oportunidades de trabajo son alternativas económicas que acompañan las diversas actividades de este magno proyecto.

Dr. Xicoténcatl Vega Picos

A propósito de aves en la Bahía de Ohuira, hablemos de las recapturas. Sucedió en 1777 en el poblado de Gerona, Italia, no dice el manuscrito en qué época del año, pero alguien deambulando por los montes de esos lares encontró muerta un ave, aparentemente un “pato” que tenía en la pata (del animal) un anillo de latón con algo escrito y borroso que indicaba que fue capturado en Dinamarca.

Yo creo que el señor no tenía mucha hambre o el pato ya estaba con algún grado de descomposición, quien sabe, el caso es que agarró al mentado pato y llevó el anillo de latón con un notario, quien certificó lo que hoy 244 años después estoy tratando de recrear para apuntalar que ese fue el primer dato histórico de la captura de un ave anillada.

Sirve para el anecdotario, pero vincula a Italia con Dinamarca por medio de las aves migratorias; sin embargo, carece de validez científica porque no tenía remitente ni numeración.

Pasaron 122 años para que científicamente el anillado de aves pudiese aportar información relevante y que se considerará de interés para la ciencia. Fue un danés de apellido Mortensen el pionero de esta rama de la ornitología.

Lee: El vuelo del Pelícano Café (Pelecanus occidentalis californicus) en la Bahía de Ohuira

La migración ha sido y es un fenómeno que ha llamado la atención por mucho tiempo, prácticamente en todo el mundo. Estos periplos de diversas especies han sido motivo de estudios en diversas especies animales, pero considero que es en las aves en donde se han concentrado los mayores esfuerzos.

Esfuerzo es un decir. El anillamiento en aves es como un acto de buena fe, primero porque la posibilidad de que la recaptures de nuevo es muy baja, si alguien llegase a encontrar un ave muerta y con un anillo y que haga lo del amigo de Italia de 1777, en este caso que envíe la información al científico o la entidad coordinadora de ese trabajo, pues ya hablamos de suerte.

Pero ocurre y cuando eso sucede se genera mucha información sobre esa especie en particular. Pero eso es mucha suerte, es como cuando compras un cachito de lotería la probabilidad de que le pegues al gordo es del 0,0001667%, pero algún suertudo se puede llevar el premio. Más o menos es el caso de los que anillan.

Los anillos de latón forman parte de la historia, hoy son de aleaciones metálicas especiales con números de serie únicos y ya existen otras técnicas más modernas como los transmisores satelitales que proveen de información sobre el sitio en donde se encuentran casi al minuto, esto aplica para cualquier especie animal al que se le coloqué. Lo malo de estas técnicas modernas es su alto costo.

Para el caso del proyecto de aves, financiado por Gas y Petroquímica de Occidente, S.A. de C.V., este anillado fue de aves en la Bahía de Ohuira- Topolobampo-Santa María, al norte de Sinaloa en donde se utilizaron anillas metálicas, plásticas alfanuméricas y transmisores satelitales.

Con los anillos plásticos es relativamente fácil el tener “reavistamientos”, que son las veces que observas al ave marcada, para ello te puedes ayudar de telescopios, binoculares, cámara fotográfica y hasta un celular. El uso del celular puede ser una excelente herramienta, los otros son caros y no todo mundo tiene.

La gran mayoría de estos reavistamientos fue de “nuestras aves”, es un sentido de pertenencia que no es ajeno a quien anilla, se lo pones al ave y ya en automático dices “es de los míos”. Los anillos plásticos nuestros eran de un color rojizo-ocre con los códigos alfanuméricos en blanco en aves playeras.

Un total de 19 especies fueron recapturadas visualmente en diferentes puntos de la bahía, estos suman un total de 429 observaciones. Estas recapturas se concentran principalmente en las áreas de monitoreo de aves playeras, por lo que son 13 las especies de este grupo de aves las que han sido recapturadas visualmente y el resto son del grupo de aves acuáticas. Es, hasta cierto punto, de esperarse por ser de las especies más grandes.

Aquí algunos datos sobre conectividad con otros sitios en base a reavistamientos de anillos: En abril se reportaron dos individuos del Playerito occidental (Calidris mauri). El 29J era del Perú, esta ave playera tenía anillos plásticos color amarillo con alfanuméricos rojos y el 94 de San Francisco, California.

Del Charrán de Caspio (Hydroprogne caspia) fueron varios individuos los observados, estos se anillaron, en su mayoría, en Oregón y California, Estados Unidos. Otros datos que pudimos obtener de esta especie es su longevidad, algunos de ellos ya con 11 y 14 años.

Aún y cuando no mostramos los datos de las aves en la Bahía de Ohuira que fueron anilladas en la zona (serán para otra), podemos asumir que el sitio es mayoritariamente utilizado como de paso, si consideramos que algunas de nuestras aves fueron reavistadas una vez y ya no sucedió de nuevo. También asumimos que otro factor podría ser la ausencia de sitios apropiados para invernar.

Desde luego que falta más escrutinio en campo para corroborar dicha información, pero en el futuro, se proyecta un extenso trabajo de conservación de aves para la zona. Esto es uno de los compromisos ambientales en el tema de especies que están plasmados en el Plan de Conservación Ambiental de Gas y Petroquímica de Occidente S. A. de C.V.

Es importante puntualizar que el avistamiento de aves en la Bahía de Ohuira es una actividad que tiene un amplio potencial. Se requiere de entrenamiento y capacitación para ello, mismo que se tiene contemplado en dicho Plan. Aprovechar estas y otras oportunidades de trabajo son alternativas económicas que acompañan las diversas actividades de este magno proyecto.

https://aaves.com.mx/

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