Se necesita redefinir el enfoque de programas preventivos de violencia

En las estrategias de prevención social del delito se debe formar también a personas de la sociedad donde está presente la amenaza.

La colombiana Beatriz Mejía Restrepo, miembro de la Fundación Grupo Internacional de Paz, destacó que se necesita redefinir el enfoque de programas preventivos de violencia, para que tanto autoridades, como organismos sociales sepan definir estrategias de prevención, y no sólo lleven programas aislados a las zonas de amenaza, sin obtener resultados evidentes.

Durante su estancia en Sinaloa, la especialista en temas de prevención social, disertó una conferencia sobre “Estrategias de prevención social de la Violencia”, con énfasis en la prevención del delito, a invitación del organismo Construyendo Espacios para la Paz.

Dijo que, cualquier intervención, tanto de autoridades, instituciones u organismos ante poblaciones en riesgo de violencia, se debe definir primero los tipos de violencia existentes y en consecuencia el tipo de estrategia a aplicar en cada caso.

Explicó que existe violencia directa, violencia cultural y violencia estructural. De manera que al definir una estrategia en programas preventivos de violencia, se tiene que separar lo que es prevención del delito con respecto de lo que es la prevención social de la violencia. Y para el caso, puntualizó se refiere a una perspectiva estratégica de la seguridad en la que se busca anticipar la ocurrencia y/o reincidencia de hechos violentos de manera aislada o sistemática.

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En la parte social refirió que se refiere al escenario donde se dan las interacciones entre personas, comunidad, grupos criminales e instituciones, sin hacer referencia directa al concepto de vulnerabilidad. Y es ahí donde se debe dar la verdadera intervención para generar resultados.

Beatriz Mejía Restrepo, precisó que para definir estrategias de intervención social se tiene que tener una mesa de planeación donde deben estar presentes el Secretario de Gobierno o Seguridad, autoridades policiacas, representantes de organizaciones especializadas en intervenciones sociales, miembros del equipo técnico y operativo de entidades, y sobre todo a organizaciones de base y representantes de la comunidad.

Dijo que cuando se planea hacer una intervención en una colonia o sector específico de la ciudad se debe capacitar también a los miembros de la comunidad en la implementación del plan, porque cuando las autoridades determinen no continuar con sus programas, las personas seguirán ahí entre los problemas. En este sentido, sugirió hacer un plan de cobertura municipal y definir acciones territoriales con y para la gente que está en vulnerabilidad.

Destacó que la construcción de la paz no se da sólo en la prevención, sino que tiene que ir a la restauración, a la consolidación y al mantenimiento de la paz, por eso es muy importante definir el contexto de las personas vulnerables y definir la estrategia específica de prevención.

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La especialista comentó que para la implementación de la estrategia se tiene que hacer un análisis situacional para definir tiempos y lugares de intervenciones, identificar y caracterizar a los participantes en los programas, definir acciones integrales con líderes formales y naturales en las comunidades.

En las acciones de pedagogía ciudadana usar métodos experenciales que según evidencia científica aseguran mayor impacto, y sobre todo tener una imagen de acción unificada del Gobierno, la sociedad civil y la policía, porque los programas desarticulados no arrojan resultados medibles. Para esto los programas de intervención social requieren de la implementación de un sistema de monitoreo y evaluación de resultados.

Beatriz Mejía Restrepo se ha reunido con autoridades estatales y cuerpos de seguridad atendiendo orientación sobre programas preventivos de violencia. También hará recorridos por zonas donde se aplican prácticas de intervención social en búsqueda de lograr mejores ambientes de paz en la ciudad de Culiacán.