2021-03-11

Cuidado si manejas a exceso de velocidad

Sufrir un choque a más de 120 km/hr equivale a que una caída de más de 15 pisos. Expertos en prevención de accidentes dicen que 1 de cada 4 impactos son por exceso de velocidad.

Sufrir un choque a más de 120 km/hr equivale a que una caída de más de 15 pisos. Expertos en prevención de accidentes dicen que 1 de cada 4 impactos son por exceso de velocidad.

Los choques automovilísticos se equiparan a caerse de los edificios más altos del mundo. La mayoría de las veces es por exceso de velocidad.

Para que te des una idea, se podría pensar que conducir a más de 120 kilómetros por hora y estrellarse  equivale a que una persona se caiga de más de 15 pisos de altura. De acuerdo con estudios internacionales, chocar a una velocidad de 50 kilómetros por hora es igual a caerse de un tercer piso; a 70 kilómetros, a precipitarse de seis niveles.

De acuerdo con información de el Centro Nacional de Prevención de Accidentes (Cenapra), el organismo de la Secretaría de Salud esta situación se dará a conocer a través de folletos y trípticos, estos comparativos, con el fin de crear consciencia sobre el peligro de manejar con exceso de velocidad.

El peligro sobre ruedas

Manejar con velocidad excesiva o inadecuada es el factor principal de al menos uno de cada cuatro accidentes. Una velocidad elevada aumenta en 60% la posibilidad de que se tenga un accidente mortal.

Los límites de velocidad también protegen a los peatones, pues a partir de 80 kilómetros por hora la probabilidad de que un peatón salga vivo es prácticamente nula.

Esto se va acercando desde 20 o 30 kilómetros por hora, donde es de cinco a 10% la probabilidad de muerte, y conforme se aumenta la velocidad llega a 100% la posibilidad de que si se atropella a alguien éste pierda la vida.

Los estudios comparativos indican que si en carreteras, avenidas o vías rápidas, se conduce a velocidades de 140, 160 y 180 kilómetros por hora, un choque sería igual que caerse de 22, 29 y 36 pisos, respectivamente.

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Cuidar los niveles de velocidad es primordial

El superar esos parámetros, como por ejemplo conducir a 200 kilómetros por hora, equivale a caerse de 45 pisos, dos más de los que tiene la Torre Latinoamericana, que se localiza en el Centro Histórico  en la Ciudad de México.

Casi imposible que alguien logre sobrevivir a una caída de siete pisos. Por ello el exhorto  a la población, sobre todo a los jóvenes, a que en vacaciones o fines de semana consideren que las calles de las ciudades y las carreteras del país no son pistas de automovilismo deportivo.

Para manejar se necesitan los cinco sentidos

Otro punto que se debe considerar es que, de acuerdo con los expertos del Cenapra, ir a una velocidad elevada disminuye los sentidos y capacidad del conductor, y aumenta la probabilidad de cometer graves errores al volante.

Por ejemplo, 90% de la información que se requiere para conducir bien la tiene la vista, como ver el estado de la vía por donde se transita, así como señalamientos y velocidad, pero conducir muy rápido disminuye lo que se conoce como el campo visual útil y a ese efecto se le denomina "efecto túnel".

Además, circular durante mucho tiempo a una velocidad elevada propicia fatiga e incrementa la hostilidad y agresividad del conductor, debido a la tensión a la que está sometido, lo que afecta también la seguridad.

Otros aspectos que provoca el no conducir a una velocidad adecuada es que mientras más rápido se vaya, el detener un vehículo lleva más tiempo y se recorre más distancia, y es más difícil controlarlo ante una situación inesperada.

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Los límites de velocidad tienen un propósito

Los límites de seguridad no se establecieron por capricho, sino que tienen como objetivo que las personas se desplacen con la máxima garantía de seguridad y fluidez.

La probabilidad de sobrevivir a un accidente a 120 kilómetros por hora es mínima debido a la reducción de la eficiencia de los elementos de seguridad del vehículo, como cinturón y bolsas de aire, mientras que en las vías las barreras de contención sólo resisten un impacto de 110 kilómetros por hora.

Los límites de velocidad son necesarios, y en México no se respetan: Al ver un símbolo que dice 90 kilómetros por hora la gente acelera al doble, sin estar conscientes de todos los riesgos que esto conlleva.

Se debe considerar que detrás de cada límite de velocidad hay una serie de criterios que incluye el diseño de la vía; el grado aceptable de la congestión que existe; las demandas del tránsito, tanto peatonal como motorizado; y el objetivo es que los vehículos se desplacen con la máxima garantía de seguridad y fluidez.

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