Los homicidas no son sicarios con enfermedad mental
Recordando el Jueves Negro con participación y reclutamiento de homicidas jóvenes involucrado en los cárteles de las drogas.
Recordando el Jueves Negro con participación y reclutamiento de homicidas jóvenes involucrados en los cárteles de las drogas.
A un año del “Culiacanazo” o del “jueves negro en Culiacán” se pone en evidencia que los homicidas no son sicarios por enfermedad mental. No es como se concebía en la psicología tradicional, sino una maquinaria asalariada para privar de la vida a los adversarios en torno a un negocio ilícito.
El Dr. Arturo Nevárez Hernández, doctorado en Psicoterapia Ecléctica, y fundador del Instituto de Salud Integral de Sinaloa AC., participó como invitado especial en panel sobre Homicidio en Culiacán, promovido por el organismo Construyendo Espacios para la Paz. Dijo que los nuevos estudios científicos sobre sicarios han dado nuevas revelaciones de cadena de homicidios por salario, como actividad cotidiana.
Expuso que, al cumplirse un año del evento de Culiacán, que permitiría entender la problemática del homicidio desde un grupo de una estructura organizacional para el asesinato de otras personas.
Recordando el evento vergonzoso, comentó que en el “culiacanazo”, la ciudad fue situada por un grupo considerable de sicarios jóvenes, hombres armados que salieron al rescate de esta persona detenida. “Eran hombres jóvenes con rango de edad no mayor a los 30 años. Si se analiza este dato con los homicidios y se busca correlación con lo que el presidente de la república, de que los homicidios dolosos se relacionan con enfrentamientos de grupos delincuenciales, se habla de jóvenes involucrados como pistoleros y sicarios”.
El especialista comentó que hay una investigadora que logró clasificar a los sicarios por sus características:
Un sicario marginal con bajo nivel educativo, igual a los de su casa, en entornos con poco empleo y no muy remunerado. Este grupo de jóvenes, dice, ven el homicidio como posibilidad de tener ingreso económico. Y advirtió del sicario homicida más peligroso: con aspectos relacionados con trastornos de la personalidad como psicopatía o trastorno antisocial, que son los que pueden ascender más rápido en las estructuras criminales”.
Y surge también el “sicario sádico”, “que no solo actúa por la parte económica, sino que obtiene un placer al hacerlo”. Y habló de cómo se puede llegar a ser homicida por orden superior.
Explicó que uno de los casos de análisis más recurrente es el de los nazis, donde una sola persona, persuadió a toda la nación para asesinar a judíos, sin distinción, sin considerar edades o que fueran mujeres o niños.
Dijo que derivado de esos estudios se sabe que, más del 70% de las personas es capaz de propinarle un daño a un desconocido por obedecer una orden, sin que tenga que mediar el tema de la salud mental.
El especialista precisó que el rango de edad de las víctimas de homicidios de Culiacán es de 18 a 29 años de edad, donde más del 72% de los homicidios son hombres. Y se ha se ha descubierto que hay más homicidios a menos escolaridad, donde el 70% de hombres asesinados tenían educación básica. De manera que “tener entre 18 a 29 años de edad es riesgo, pero más aun no tener educación. En cuanto más se avanza en nivel de escolaridad, más bajo es el riesgo de homicidio”.
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Dijo que en ese sentido el programa del Gobierno Federal de ofrecer becas a estudiantes, demandar no expulsar estudiantes, ni impedirles acceso a la universidad, abrir espacios en jóvenes construyendo el futuro, y otros más, “sí están bien direccionadas, pero van a ser insuficientes si no se tiende la otra parte que tiene que ver con aspectos familiares y el problema de la impunidad, aunado a la poca participación de la gente a denunciar”.
Durante su charla sobre homicidio en Culiacán, precisó que el homicidio como estrategia de guerra entre grupos delincuenciales está generando el mayor número de muertos en el país. Y se preguntó ¿por qué ocurre eso?. “A caso la impunidad no favorecerá que estos grupos decidan cometer estos delitos, sobre todos si están convencidos que es muy baja la posibilidad de que sean capturados”.
El Dr. Nevárez Hernández declaró que en México la subcultura del narcotráfico ha permeado de forma tan profunda, y una percepción del narcotraficante que varía en la región, por la cantidad de personas involucradas en la actividad delictiva del municipio, la cantidad de personas inmersas en la actividad delincuencial, la normalización o naturalización del homicidio o asesinato en el estado.
México y en Culiacán hay 2 tipos de homicidios
Uno de ellos es el feminicidio. Comentó que el asesinato de mujeres ha venido presentando un incremento de forma consistente en los últimos 15 años. Refirió que en 2006 se tuvieron 2 mil 835, y cada año va a la alza. Comentó que seguirá incrementándose en la medida que no se tenga un conocimiento profundo del delito.
Puntualizó que, en la gran mayoría de feminicidios, quien perpetra el asesinato es una persona con la que está vinculado afectivamente la víctima. Y se ha descubierto que el mayor riesgo de una mujer para ser asesinada “ocurre cuando la pareja descubre una infidelidad, o cuando el hombre percibe el inminente riesgo de que la mujer lo va a abandonar de forma definitiva”.
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Dijo que este conocimiento se debe traducir en medidas de prevención que se pueda seguir presentando. Y está relacionado el mayor riesgo con los primeros 6 meses del abandono del hombre para la consumación del acto. Dijo que puede disuadirse cuando en ese tiempo el hombre encuentra otra mujer. Y lamentó que los reglamentos de refugio para mujeres víctimas de violencia, contradictoriamente establecen 3 meses de resguardo, cuando falta la mitad del peligro.
El psicoterapeuta explicó que los feminicidios seriales, están más relacionados con asesinos que tienen aspectos de personalidad y trastornos mentales, clasificados como psicópatas. “Tienen que ver con su historia de vida, maltrato, dificultades del vínculo afectivo de la figura materna, que bajo ciertas circunstancias puedan ocasionar la tormenta psicopática para activar el feminicidio y una vinculación con la sexualidad”.
Declaró que las autoridades encargadas de atender el delito de feminicidio deben entender que no se puede atender el feminicidio como una cosa igual, porque tiene causas particulares y diferencias en términos genéricos.