2019-05-23

Mexicanos pobres pero bien felices, segundo lugar en Latinoamérica

Las relaciones familiares, un trabajo estable y gratificante, la comunidad y amigos, la salud, la libertad individual, los valores personales y la situación financiera, influyen en el grado de felicidad de las personas.

A pesar de la alta marginación y un nivel de ingresos de medio a bajo, los mexicanos vamos al segundo lugar en ranking de Felicidad Mundial de la ONU.

La vida es corta y pasarla bien es lo que importa. Parece no importar la alta marginación, los altos niveles de pobreza, los índices de violencia, y en el mejor de los casos los ingresos de medio a bajo, a los mexicanos nos importa pasarla bien y ser felices.

Lo confirma el Informe de la Felicidad Mundial 2019 que produce Naciones Unidas donde México aparece como el segundo país de Latinoamérica con el nivel de felicidad más alto, y le vamos siguiendo los pasos a los costarricenses. Pues Costa Rica en condición igual o peor a México es el país latinoamericano más feliz.

Entre las 156 naciones que componen el ranking objeto de estudio de la ONU México se ubica en el lugar 23, pero tratándose de la economía se encuentra en el lugar 56 en proporción al nivel de ingreso por habitante, lo cual también es significativo con respecto de otros.

Comparando los niveles de felicidad con otros países México superó a Francia (lugar 24), a pesar de que tiene 3 veces mayor ingreso. Japón es la tercera economía más poderosa del mundo, pero a pesar del desarrollo y el ingreso de sus habitantes, se encuentra en el lugar 58 entre los países felices.

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¿Cómo es entendida la felicidad?

Para el objeto de estudio la felicidad se entiende como sentirse bien, disfrutar de la vida y desear que este sentimiento se mantenga. La relacionan con la satisfacción personal y la calidad de vida de la gente, y es evaluada de manera más amplia mediante indicadores muy diversos de bienestar subjetivo. Esto sirve para identificar y definir las políticas públicas para promover mayor felicidad para la población.

Bajo este criterio la medición del bienestar subjetivo se enmarca en un creciente consenso a nivel internacional respecto a la necesidad de dar seguimiento al progreso social desde la perspectiva de las experiencias de la vida de la gente, más que desde la disponibilidad de bienes y servicios.

Mariano Rojas, profesor e investigador de la Flacso México y de la UPAED, expuso a El Universal que “no estamos hablando de una curiosidad (banal), sino de algo muy importante, porque es a lo que aspira la gente, pues es el fin último de muchas cosas, es el fin de la política pública, porque los recursos se podrían usar mejor si nos preocupáramos por la felicidad de la gente”, dijo.

Gerardo Leyva, director de investigación del INEGI, quien mide los indicadores de Bienestar Autoreportado señala que “lo material importa mucho, hace gran diferencia, cuando consideramos el grupo de personas con menor adquisición y avanzamos hacia grupos de mayor ingreso el nivel de satisfacción con la vida que reportan es más alto, hay una relación clarísima en México. A mayor nivel de ingresos mayor nivel de satisfacción con la vida”.

No sólo de pan vive el hombre, dice el funcionario al explicar que el aporte que hace el bienestar subjetivo es reconocer que las cuestiones materiales son importantes, pero nosotros vivimos en un mundo en el cual no solamente las cuestiones materiales, económicas inciden en nuestro bienestar, sino la calidad de las relaciones que llevamos con las personas cuentan muchísimo, comentó.

El analista considera que “el crecimiento y el ingreso son un instrumento para el bienestar, pero no es el fin último y creo que ahí nos extraviamos a principios del siglo XX, al hacer del crecimiento y la riqueza un fin y no un medio para el bienestar”.

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7 determinantes de la felicidad

Según Richard Layard, estudioso del bienestar subjetivo, influyen para la felicidad: las relaciones familiares, un trabajo estable y gratificante, la comunidad y amigos, la salud, la libertad individual, los valores personales y la situación financiera.

Mariano Rojas comenta que la felicidad de los mexicanos se ve disminuida por sus problemas sociales y económicos, pero considera un error suponer que la vida de los mexicanos está limitada a las consecuencias de la pobreza, la corrupción institucional, la desigualdad de ingresos, el crimen, la violencia y otros problemas.

Entre los mejores motivos de la felicidad de los mexicanos se distinguen la abundancia y calidad de relaciones interpersonales cálidas y genuinas. Se suman a ello el dominio social y el carácter familiar de la vida.

Para Rojas toda esa parte relacional es gratificante. Hay menor soledad, reduce las angustias y preocupaciones mientras que a la par genera efectos positivos. Influye mucho en el mexicano la sensación de sentirse querido y apreciado, tanto como el comer.

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