2017-09-14

Temporada de Sayas en la región del Évora

Las sayas son plantas rústicas estacionales que, tan pronto emergen, a pocos días de las primeras lluvias están desarrollando una floración amarillenta y anaranjada con centros rojizos (sólo hay flores por las mañanas). Es el primer indicio para saber que las raíces ya están listas para corte.

Las raíces de sayas, un alimento milenario de las tribus del norte de Sinaloa que perdura como “manjar” en temporada de lluvias.

El gusto por los alimentos se desarrolla en regiones de consumo, está ligado a su historia y su repetición temporal en generaciones. En la región del Évora, al norte de Sinaloa, la temporada de lluvias es irrenunciable temporada de Sayas.

Las primeras lluvias hacen emerger quelites y verdolagas, fueron en Sinaloa los mejores amigos de la pobreza después de un largo estiaje; pero hasta hoy, más esperadas y de mayor valor son las sayas.

Ismael Castro, originario de San Isidro, Angostura, vive de colectar y comercializar sayas. Las raíces son el placer de sus clientes, y para él son su economía. Una caja de sayas puede representarle un ingreso hasta por mil pesos.

Involucra a su familia en la colecta y preparación, y él es el experto vendedor en parada de carreteras o casa por casa. Es casi seguro encontrarlo en Alhuey.

Las sayas son plantas rústicas estacionales que, tan pronto emergen, a pocos días de las primeras lluvias están desarrollando una floración amarillenta y anaranjada con centros rojizos (sólo hay flores por las mañanas). Es el primer indicio para saber que las raíces ya están listas para corte.

La planta se conoce técnicamente como Amoreuxia spp, casi tiene carta de naturalidad en los municipios de Mocorito, Salvador Alvarado, Angostura y parte de Guasave, en la influencia del Río Évora.

En esa región se produce de manera silvestre, ahí la colectan, la preparan y la comercializan con sobreprecio en Guamúchil, Mocorito y todos los pueblos de alrededor, y con extensiones de entrega a la frontera de Estados Unidos, o donde haya un residente salido de la región del Évora.

Para cosechar la raíz es necesario eliminar la planta escarbando sobre el terreno húmedo (se desarrollan mayormente en suelos barrialosos). La raíz es de tipo tuberosa, es más delgada y a veces igual que una zanahoria.

Es un alimento de origen milenario. En la región la consumían nativos de la etnia de los Mayos, remanente primitivo de las tribus Nahoas, Cahitas y otras precolombinas del norte de Sinaloa. Y se extendió por necesidad, como respuesta al hambre, a las poblaciones rurales hispanizadas.

La consumen todavía los nativos de la etnia Guarijíos (Makurawe) del sur de Sonora, y lo fue para otras tribus. Perduran plantas silvestres en la zona arqueológica de la Cueva de La Serpiente y Cueva Nido del Águila (cultura Paquimé) en la región montañosa entre pinos de Ciudad Madera, Chihuahua.

La distribución silvestre de las sayas va desde el sur de los Estados Unidos Americanos (Arizona), hasta la costa norte del estado de Nayarit, con distintas especies según la altitud y el tipo de suelo. Algunas de ellas son: Amoreuxia palmatifida, Amoreuxia gonzalezii, y Amoreuxia wrightii.

En la comunidad de El Álamo de los Montoya, Salvador Alvarado, gran parte de su población se dedica a la extracción de sayas como un negocio familiar. Los vendedores ya están acreditados en muchos pueblos y los esperan con entusiasmo.

Una vez extraídas las raíces se raspan con un cuchillo para eliminar ligeramente la corteza. Luego se ponen a hervir con agua, algunos las hierven con suero de leche. Se acostumbra a dar más de un hervor para quitar el sabor amargoso que suelen tener las sayas viejas.

De las sayas no sólo se consume la raíz, también el fruto de tipo capsular, y algunos nativos del estado de Sonora consumen las flores. La planta mide entre 30 y 50 centímetros.

Las raíces de sayas no tienen un alto valor nutrimental, contienen almidones, minerales y fibra, pero en la antigüedad funcionó como alimento de soporte después del período de estiaje, agregando ese sabor no muy suculento, pero para las personas de la región considerado un “manjar”.

La palabra saya que define a estas plantas es de origen indígena Cahita, que significa raíz o jícama. En el municipio de El Fuerte, Sinaloa, existe la comunidad que se llama Sayabampo. De saya, jícama, bam, plural de ba,agua y la proposición po: en el agua de la jícama, o en las aguas de la saya.

También a esta planta antiguamente se le decía Saratama, y derivado de esta palabra existe en el municipio de Guasave un lugar llamado Saratajoa. De la lengua Cahíta, lugar de saratamas o donde abundan las saratamas.

Los habitantes de la región del Évora poco han escarbado en la historia para investigar el tema de las sayas, pero sí han escarbado metro por metro en sus terrenos sacando sayas.

Así, al paso de los siglos, desde que empiezan las lluvias y hasta el mes de octubre, irrenunciablemente en la región del Évora es temporada de sayas. Provecho.

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