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Reserva del Pinacate y Gran Desierto de Altar en Sonora

El Pinacate y Gran Desierto de Altar se erigen como un monumento a esta biodiversidad excepcional.

24 abril, 2024
El Pinacate Sonora. Foto Instituto Regional del Patrimonio Mundial
El Pinacate Sonora. Foto Instituto Regional del Patrimonio Mundial

En el vasto escenario de los desiertos de la región norte del país, emerge un rincón de singularidad y belleza: El Pinacate y Gran Desierto de Altar.

Este territorio, que se encuentra en el seno del desierto Sonorense, no solo es una maravilla geológica, sino también un santuario de vida que ha capturado la atención de científicos y amantes de la naturaleza por igual.

Con una extensión que abarca los municipios de Puerto Peñasco, Plutarco Elías Calles y San Luis Río Colorado, en Sonora. En contraste con otros desiertos de la región, como el Chihuahuense, el Great Basin y el Mojave, el Sonorense ostenta una riqueza biológica inigualable, albergando la mayor diversidad de especies.

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Desierto de Sonora. Foto Gobierno de México

El Pinacate y Gran Desierto de Altar se erige como un monumento a esta biodiversidad excepcional. En este remoto paraje, los visitantes son recibidos por un paisaje surrealista, dominado por el campo activo de dunas más grande de Norteamérica, donde se esculpen dunas en forma de estrella, un fenómeno único en la región.

Sin embargo, la grandeza de El Pinacate va más allá de su espectacular escenario desértico. Aquí se esconde un tesoro biológico incomparable. Más de 540 especies de plantas vasculares, 40 especies de mamíferos, 200 de aves, y 40 de reptiles, junto con anfibios y peces de agua dulce, encuentran refugio en este inhóspito entorno.

Es importante destacar que muchas de estas especies son endémicas, es decir, que solo se encuentran en esta región, añadiendo un valor aún más significativo a la conservación de este ecosistema único.

Sin embargo, esta diversidad también enfrenta amenazas, con especies que se encuentran en peligro de extinción debido a la presión humana y los cambios ambientales.

La vegetación que pinta los paisajes de El Pinacate y Gran Desierto de Altar es tan variada como fascinante. Desde matorrales xerófilos hasta áreas de chaparral, pasando por mezquitales y matorrales arborescentes, cada rincón de este desierto alberga una sorpresa botánica. Pequeñas extensiones de matorrales halófilos costeros añaden un toque especial a esta paleta vegetal.

El Pinacate y Gran Desierto de Altar, con su mezcla única de belleza desolada y biodiversidad exuberante, representa un recordatorio de la importancia de conservar los ecosistemas naturales más frágiles y valiosos de nuestro planeta.

En un mundo cada vez más amenazado por el cambio climático y la actividad humana desmedida, lugares como este nos recuerdan la necesidad tan importante de proteger y preservar la riqueza natural que nos rodea.




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