Los niños migrantes en los campos de Sinaloa un desafío educativo
Sinaloa es ya segunda casa de jornaleros migrantes, con ellos sus niños migrantes
En los productivos campos agrícolas del estado de Sinaloa, México, la migración estacional de trabajadores agrícolas es una realidad arraigada en la dinámica socioeconómica de la región. Con ellos vienen los niños.
Cada ciclo agrícola, alrededor de 25 mil trabajadores del campo convergen en el valle de Villa Juárez, Navolato, muchos de ellos vienen acompañados por sus familias, en busca de oportunidades laborales en la industria agrícola. En esa migración se esconde la compleja y desafiante situación de los niños migrantes.
Cientos de niños, pertenecientes a unas 20 etnias distintivas de México, se encuentran entre los migrantes que llegan a los campos de Sinaloa junto con sus padres. Entre los desafíos que enfrentan los infantes está su educación formal.
Diversidad lingüística de más de 20 lenguas
La diversidad lingüística es uno de los principales obstáculos que tienen que sortear, ya que muchos de ellos son hablantes de lenguas indígenas diferentes.
Esto dificulta su integración en el sistema educativo local de carácter hispanohablante. También genera líneas de discriminación.
La interrupción del ciclo escolar debido al fin de la temporada hortícola, que empieza mayormente en diciembre y termina en abril, es un factor que impacta negativamente en la educación de estos niños migrantes.
Reto para el sector educativo
"Esta situación crea un ciclo de discontinuidad educativa que dificulta su progreso académico y su desarrollo integral, dificultando la posibilidad de establecer lazos duraderos con las instituciones educativas locales y el acceso continuo a la educación formal".
Muchos programas se han desarrollado para atenderlos, pero no todos son exitosos. Ante estos desafíos, es fundamental implementar políticas públicas que aborden las necesidades educativas de los niños migrantes.
Es preciso la implementación de programas de apoyo lingüístico y cultural que promuevan la inclusión, el orgullo de nacionalista y el éxito académico.
Estas niñas y niños tienen en favor la oportunidad de conocer otras culturas, ver el camino de éxito de migrantes que ya se integraron a la comunidad. Pueden descubrir a temprana edad cómo se gana la vida y cómo se encuentran las oportunidades de desarrollo.
Los niños migrantes son de Sinaloa. Son un orgullo de pertenencia.
